
Recupac nació hace 32 años, en 1989, con el propósito de abastecer de materia prima de residuos de cartón a una empresa papelera hermana. En sus inicios solo contaban con una bodega ubicada en San Alfon, para luego crear su primera planta en La Pintana. A partir de ese momento, siguieron creciendo hasta el día de hoy, donde ya tienen 3 plantas en la región Metropolitana y una en la región de Valparaíso.
La compañía, que en 2021 gestionó más de 190 mil toneladas de residuos, no solo ha crecido en términos de infraestructura y capacidad, sino que también ha incorporado cada vez más diversidad de materiales en su oferta de gestión con foco en el reciclaje al 100%.
Sobre el camino que ha recorrido Recupac y sus próximos pasos, habló Philippe Morizon, Gerente General de la compañía socia de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR).
¿Cómo ha sido el proceso de crecimiento de Recupac?
Al principio partimos solo como recicladores de cartón, lo cual nos permitió de 2 cosas: Primero, desarrollar un modelo de economía circular a escala industrial, un modelo exitoso. Todos los residuos, el cartón viejo, nosotros lo acondicionamos y lo valorizamos, lo transformamos en papel reciclado para corrugar e incluso lo transformamos en una caja de cartón nueva.
Todo eso significo un tremendo aprendizaje para Recupac, en términos de entender cómo se van articulando estas distintas empresas que le van agregando valor a los residuos. También pudimos entender mucho mejor los dolores de nuestros clientes, que son las empresas generadoras de residuos. Fue a partir de esa experiencia que, a lo largo del tiempo, hemos ido comprendiendo que el problema de las empresas no es solo el cartón que generan, sino que tienen una tremenda variedad de residuos, gracias a lo cual fuimos agregando nuevas soluciones para gestionar nuevos residuos.
Así también empezamos a gestionar los plásticos y hace 10 años comenzamos también con el reciclaje de la madera, la biomasa en general. Reciclamos pallets rotos e incluso las podas urbanas municipales, trituramos estos residuos en nuestra planta de La Pintana y lo transformamos en una astilla que finalmente usamos como combustible para generar energía eléctrica y vapor en nuestro proceso de fabricación de papel reciclado. Es por esto que el papel que nosotros fabricamos es elaborado prácticamente en un 100% a partir de residuos, tanto con el cartón viejo como también la energía.
Con estos tres residuos estuvimos trabajando harto tiempo, pero nos dimos cuenta de que no era suficiente, nuestros clientes nos pedían un poco más, que nos hiciéramos cargo de todos los residuos, incluidos los no valorizables, los orgánicos, las chatarras, etc. Es por esto que, hace unos años, comenzamos el camino hacia la gestión integral de residuos y eso es lo que somos hoy, un gestor de residuos industriales enfocados 100% en el reciclaje. Cada nuevo residuo que aparece, para nosotros es como un desafío, son estímulos para encontrar nuevas soluciones de valoración y ofrecerle a nuestro clientes la mejor solución, no solo desde el punto de vista económico, sino que desde la sustentabilidad.
¿Cuál ha sido su mayor éxito?
Hemos logrado migrar, desde esta forma de entendernos a notros mismo como un gestor solo de cartón, a ofrecer un servicio de gestión integral. Lo más importante desde el punto de vista del éxito, ha sido nuestra capacidad de encontrar, de la mano de nuestros clientes, formas de crecer y ofrecerles las mejores tasas de reciclaje. Entendemos que este es un trabajo en conjunto que requiere de mucho compromiso, tanto de nosotros como de nuestros propios clientes, que al final del día son los que hacen que el reciclaje sea posible.
Con las soluciones que nosotros hemos encontrado, hemos logrado mejorar significativamente las tasas de reciclaje de nuestros clientes. Hay varios casos en los cuales clientes han estado reciclado en el orden del 20% de sus residuos, y nosotros, trabajando con ellos, con un buen modelo, hemos llegado a tasas del 95%, las cuales son cifras muy altas desde el punto de vista del estándar de la industria.
¿Cuáles son los principales desafíos que han debido enfrentar?
El primero es lograr generar, en conjunto con nuestros clientes, una buena cultura de reciclaje. Todo nuestro modelo se basa en la segregación en origen, para poder reciclar, es necesario que los residuos sean separados de manera correcta en el lugar donde se generan. Para eso, se necesita mucho compromiso, tiempo, la disponibilidad y educación de los colaboradores de nuestros clientes, quienes al final del día permiten que esto sea posible. Ese ha sido uno de los principales desafíos, porque no se resuelve por decreto, no es un tema de billetera, sino que se trata de estar ahí con nuestros clientes, enseñándoles y convenciéndonos de que lo que estamos haciendo finalmente resulta en un aporte.
El segundo es el diseñar un sistema de logística de retiros y de soluciones de acopio, que efectivamente sea a la medida de los clientes. Es muy fácil poner la misma solución a todos los clientes, pero el no perder de vista que cada cliente es único y poder ofrecerle una solución distinta y un diseño a la medida de cada uno, ha sido el segundo gran desafío.
El tercero es vernos enfrentados a residuos que son muy específicos, que por su composición también son muy difíciles de reciclar, el poder encontrar empresas valorizadoras o el desarrollar un plan en conjunto para finalmente darle una salida sustentable a estos residuos.
¿Cuáles son sus próximos pasos u objetivos?
Estamos consolidando nuestro modelo de gestión integral. Estos últimos dos años hemos tenido un crecimiento fuerte en la cantidad de clientes y residuos gestionados. En el 2021 gestionamos más de 190 mil toneladas en el año, de las cuales aproximadamente 140 mil fueron valorizadas al interior de nuestro grupo, las otras fueron o dispuestas en un relleno sanitario o valorizadas por las empresas con las cuales tenemos alianzas o convenios. Esto ha sido un crecimiento fuerte, que nos ha implicado aumentar la capacidad, incorporar nuevos profesionales y, en ese sentido, estamos en un proceso de consolidación de este modelo.
Queremos seguir en esta misma línea, con foco en encontrar nuevas formas de reciclar más y mejor, sobre todo con la incorporación de nuevas tecnologías y sin perder de vista que, una de las cosas que más nos mueve, es ofrecer el mejor servicio posible a nuestros clientes, no solo entregar nuevas soluciones, sino que también ofrecer la mejor logística de retiro y cumplir los compromisos en un 100%.
¿Qué importancia le ven a pertenecer a una asociación gremial como ANIR?
La razón por la cual quisimos entrar a la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), es porque, en el ultimo tiempo, hemos visto a ANIR con mucha fuerza y una presencia bastante activa en toda la discusión pública que está afectando a la industria del reciclaje. Yo creo que ha sido bien protagonista en eso y nosotros también queremos ser parte, creemos que tenemos mucho que aportar a partir de nuestra larga experiencia y también queremos tener una participación activa en la asociación. Según mi forma de verlo, la ley REP y la ley del plástico de un solo uso, están cambiando la geografía del reciclaje en Chile.