Cristoro: Visionarios de la industria del reciclaje

Cuando se habla de la historia del reciclaje en Chile, no se puede dejar de nombrar a esta empresa, que dedicada a la producción de botellas, frascos y garrafas de vidrio desde 1952, marca un hito al iniciar en 1997 una campaña de reciclaje de este material que los convirtió en pioneros del rubro. Y desde entonces no ha dejado de desarrollar esta área, de hecho, en el año 2014 se convirtió en la planta más moderna de Latinoamérica.

Cuando se habla de la historia de la industria del reciclaje nacional, no se puede dejar de nombrar a Cristalerías Toro SpA (Cristoro), empresa que vio la luz dedicada a la reventa de vidrio y a la producción de garrafas en la década del ‘50; años después se trasladó a sus actuales instalaciones en la comuna de Cerrillos, donde en 1968 inició la producción automática de frascos y botellas. Pero, sin duda, uno de sus hitos más importantes ocurrió en 1997, cuando comenzó la campaña de reciclaje de vidrio. “La fabricación de botellas partió en una época en la que aún no se hablaba de reciclaje y de su importancia, a medida que fue pasando el tiempo y se reconoce el uso de vidrio reciclado en el proceso se comienza a implementar. Asimismo, el alto costo energético de la producción empieza a hacernos pensar en las maneras de bajarlo y es cuando nace la posibilidad de utilizar mayor cantidad de producto reciclado para bajar estos costos. De haber iniciado el proceso solo con materias primas extraídas en procesos mineros, hoy utilizamos en promedio un 65% de material de casco de vidrio reciclado en la producción de botellas”, comenta María Gabriela Parot, subgerente de Reciclaje y Logística Inversa.

María Gabriela Parot, subgerente de Reciclaje y Logística Inversa.

En la actualidad Cristoro cuenta con la planta más moderna de Latinoamérica y aporta con el reciclaje de aproximadamente 50 mil toneladas anuales de vidrio. Recuperan vidrios de botellas, vasos, envases de conserva, en general cualquier envase de vidrio, reciben en diez regiones del país a través de convenios con los municipios. Estos permiten la instalación de contenedores tipo campana y tambores para su acopio. Uno de sus objetivos es aumentar la tasa de reciclaje de vidrio, que actualmente es de un 30%.

A medida que han aparecido nuevas tecnologías el uso del vidrio reciclado se ha diversificado e introducido en nuevos productos como la fabricación de ladrillos, lana de vidrio para aislamiento, carpeta asfáltica, entre otras. Una de las aplicaciones más nuevas es el biograss o carpeta de césped artificial, “pero nuestra planta de reciclaje nace al alero de la industria de fabricación de envases de vidrio”, aclara Gabriela.

Al realizar todo el proceso: fabricar vidrio virgen, recolectarlo, reciclarlo y reintroducirlo nuevamente al mercado, Cristoro se ha transformado en un claro ejemplo de economía circular. A juicio de la ejecutiva, contar con una alianza con los municipios para el retiro de vidrio desde las calles y disponer de un grupo de empresas a lo largo del país que en conjunto trabajan por abastecer la planta –única en Chile –, ha sido uno de los mayores logros de la empresa. Sin embargo, las distancias para traer el vidrio a Santiago desde las regiones más lejanas encarece la logística e impacta en la huella ecológica, son algunas de las dificultades que deben manejar a diario. “Otro de los problemas que no puedo dejar de mencionar es la falta de educación sobre reciclaje, la gente asocia los residuos con basura y cree que los contenedores de las calles son microbasurales”, advierte la subgerente de Reciclaje y Logística Inversa de la empresa. Y agrega que esto “cambiará a medida que eduquemos y certifiquemos los productos que utilizan material reciclado”. En ese sentido, comenta que es fundamental que las personas dejen el vidrio dentro del contenedor y que se preocupen que realmente sea solo vidrio, no papel, cartón, plástico o pañales. Para Gabriela es esencial entender “el concepto del reciclaje como una forma de cuidar a las generaciones futuras, dejándoles un Planeta que les permita tener una vida de calidad”.

El desafío permanente de la empresa es aumentar las tasas de reciclaje de vidrio, Chile recicla aproximadamente un 30% del vidrio, “por lo que tenemos una gran capacidad para crecer en el reciclaje, hoy en día la industria está preparada para este crecimiento, la Ley REP debería implicar un crecimiento en los porcentajes y la conciencia de las personas sobre el cuidado del medioambiente, por lo que vemos estos desafíos de manera positiva para nuestra industria”, añade la ejecutiva.

Cristoro, es una de las empresas que forman la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), y esto “nos ha permitido ser parte en la toma de decisiones de forma indirecta en la industria del reciclaje y aportar con nuestra experiencia en ella para que las políticas públicas reflejen la realidad en la que se desarrolla y las metas a las cuales puede llegar”, afirma la subgerente. Además, comenta que pertenecer a ANIR les permite mirar la actividad de reciclaje en su conjunto, entendiendo la realidad de los otros residuos y darse cuenta de que muchos de los problemas son comunes, por lo que los asociados pueden ejercer acciones que benefician a todos. “A veces ejercer acciones de forma individual para solucionar un problema es más caro y menos eficiente que hacerlas en conjunto, ANIR tiene la visión global de la actividad lo que nos entrega información para ver dónde estamos posicionados”, concluye.

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