Verallia: Socio estratégico para la industria vitivinícola nacional

  • Líder mundial en los envases de vidrio para vinos, licores y alimentación, produce anualmente 16.000 millones de envases para más de diez mil clientes alrededor del mundo.
  • En Chile, produce botellas principalmente para la industria vitivinícola, utilizando vidrio reciclado fabrica los envases con la mejor tecnología disponible en su moderna planta ubicada en Rengo.

El vidrio es el material con que Verallia hace su aporte a la industria del reciclaje, pero no solo en Chile sino en el mundo entero. Esta multinacional es líder en el rubro de los envases de vidrio para vinos, licores y alimentación y cuenta con más de diez mil clientes en diferentes países.

En el mercado nacional está presente hace casi quince años y se dedica principalmente a la elaboración de botellas para la industria vitivinícola. El ciento por ciento del vidrio recolectado por la empresa es reciclado, esto tiene una gran ventaja para el mediambiente, ya que el vidrio reciclado consume menos energía y, por ende, genera menos CO2.

Posee una moderna planta en la localidad de Rosario, Región de O’Higgins, la que significó una inversión aproximada de $40 millones de euros. Cuenta con un horno de última tecnología que permite mayor uso de vidrio recuperado e incrementa su capacidad de producción anual en unas cincuenta mil toneladas adicionales. Además, utiliza energía eficiente que favorece la obtención de un vidrio de calidad con alta reducción de los niveles de contaminación. Es que Verallia se preocupa tanto de la valorización del envase como de la reducción de los impactos ambientales. “Está en nuestra voluntad: dar un cambio radical en términos de eficiencia energética, operando a nivel de clase mundial de kWh convertidos por kg de vidrio fundido”, afirma Randolpho Agnello, gerente general de Verallia Chile.

Con orgullo pueden decir que durante su trayectoria han abastecido a las veinte mejores viñas chilenas, las que representan cerca del 80% del volumen de vino embotellado. En la actualidad su cartera de clientes incluye tanto a las bodegas más grandes como a las más pequeñas. “Verallia apunta a la excelencia en el servicio y a atender las necesidades de las empresas premium y pequeños segmentos, que nutren la expansión del sector vitivinícola chileno”, comenta el gerente general.

Uno de los desafíos que enfrenta la empresa en el mercado nacional es que “las bodegas chilenas mantienen estándares muy altos porque el 80% de su producción se exporta a mercados que exigen un alto nivel de calidad como Japón, China y Estados Unidos. Este entorno es muy desafiante con altas variaciones de estacionalidad y nos obliga a ser flexibles y ágiles para anticipar los constantes cambios del mercado, manteniendo la calidad como un proveedor de categoría para los vinos chilenos”, señala Randolpho.

Asimismo, el ejecutivo agrega que miran con optimismo el futuro, “independientemente de la incertidumbre que enfrentamos actualmente debido al COVID-19. En este momento, nuestro objetivo es asociarnos con clientes a través de diferentes canales de distribución, manteniendo altos estándares de calidad y nivel de servicio con innovadores diseños en productos valorizados y modelos de negocio”.

Según comenta Randolpho, la inversión realizada en la planta de Rosario fue recibida positivamente por los clientes, “quienes ven la ventaja de trabajar con uno de los productores líderes de botellas de vidrio, con sólidos y altos estándares de producción permitiéndoles cumplir con las exigentes medidas requeridas por los mercados de Asia, Europa y América del Norte. Asimismo, este aumento de capacidad productiva nos permite responder a la demanda a tiempo y con nuevas e innovadoras botellas que les entrega un valor agregado a sus marcas”. Además, no solo los apoyan en el desarrollo del mercado local, sino que también a través del alcance global de Verallia pueden impulsar el desarrollo de sus clientes a nivel internacional. Es relevante destacar que Verallia es parte del Pacto Mundial de Naciones Unidas y se ha comprometido a respetar sus diez principios, especialmente la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración de la Organización Mundial del Trabajo sobre Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo y la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción. Y en ese contexto, en Chile también trabaja con esos valores, no en vano pertenece a la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), gremial que desde sus inicios ha trabajado por mostrar las realidades del rubro, poniendo especial énfasis en la estandarización y formalización, respetando la libre competencia. Además, ANIR, es miembro activo del Bureau of International Recycling (BIR), la mayor federación internacional de reciclaje; fundada en 1948, fue pionera a nivel mundial en apoyar los intereses de la industria del reciclaje.

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